lunes, 7 de marzo de 2011

EXPOSICION: VIOLENCIA DE GÉNERO

En la exposición del día de hoy hemos tratado el tema de la violencia de género. Para comenzar a profundizar en el tema es necesario que primero conozcamos qué es violencia de género: “se entiende como tal, aquella manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de hombres y sobre mujeres. Comprende cualquier acto de violencia basada en género que tenga como consecuencia, o que tenga posibilidades de tener como consecuencia perjuicio o sufrimiento de la salud física, sexual o psicológica de la mujer, incluyendo amenazas de dichos actos, coerción  o privaciones arbitrarias de su libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”. (Ley 13/2007, de 26 de Noviembre, de Medidas de Prevención y Protección Integral contra Violencia de Género).
Un aspecto que me gustaría destacar de esta definición, es que no se hace referencia en ningún caso al hombre, es decir, a la violencia de la mujer hacia el hombre, y esto es, porque no se entiende en cierto modo la violencia de este tipo, cuando en realidad no es así, ya que en los últimos años podemos ver como este tipo va en aumento.
A pesar de que normalmente se considera violencia de género el maltrato físico o psicológico, también debemos saber que existen otros tipos de maltrato. Los diferentes tipos de maltrato son:
-          ABUSO FÍSICO: se origina por hechos que se exteriorizan a través del ensañamiento y especialización en los golpes a través de diferentes formas.
-          ABUSO EMOCIONAL, VERBAL Y PSICOLOGICO: el agresor daña, prohíbe, restringe, dificulta, aísla, amenaza, humilla, rebaja la autoestima haciendo que se sienta inferior. Este tipo de abuso normalmente termina en abuso físico, y esto puede deberse a que poco a poco se restringe el autoestima de la mujer, con esto se consigue que la mujer se sienta débil ante el hombre, hasta que finalmente se produce el maltrato físico, ante el cual, la mujer, al sentirse inferior, no es capaz en numerosas ocasiones de reaccionar.
-          ABUSO SEXUAL: exigirlas, castigar si no accede a ellas, introducir objetos o miembros de forma obligada o violenta…
-          ABUSO AMBIENTAL: no respetar el entorno de la mujer, impidiendo que evolucione como persona. Se aísla a la mujer de sus amigos, familiares… esta práctica hace que la mujer finalmente se encuentre aislada del entorno, quedando sus redes sociales restringidas únicamente al maltratador, lo que finalmente consigue anularla, y le impide acudir a los apoyos con los que antes contaba para así poder acabar con su situación. Esta táctica que no deja de ser violencia de género, me parece muy astuta por parte del maltratador, ya que de este modo consigue tener a la mujer únicamente para él, para manejarla y hacer con ella todo lo que quiera, puesto que ésta no cuentan con ningún apoyo. Esto se debe a la idea de propiedad que tiene el maltratador sobre su mujer.
“La mujer como propiedad”: durante la exposición, en varias ocasiones se hizo referencia a este concepto, pero no profundizamos en él, por lo que a continuación lo hago:
Este concepto hace referencia a una concepción que el hombre, en este caso, el maltratador, tiene sobre la mujer. Esta concepción se basa en tratar a la mujer como un objeto, pero como un objeto personal, es decir, de su posesión, por lo que se concibe que la mujer es de propiedad, teniendo entonces el poder sobre ella en todos los aspectos.
-          ABUSO FINANCIERO: no proveer de dinero a la mujer, eliminar ingresos, tomar decisiones unilaterales en cuanto a gastos… En su mayoría, las personas no entienden que este tipo de abuso sea un tipo de violencia de género, ya que en numerosos hogares esta práctica está normalizada, por lo que no se entiende que sea un tipo de violencia de género. Para poner un ejemplo y quede más claro este tipo de abuso nos centraremos en el caso de una familia, en la que el marido es el único que trabaja, por lo que, al final de mes, cuando le pagan, se queda con el dinero, y va repartiendo a su mujer el dinero que le sea necesario para hacer la compra, por ejemplo, pidiéndole un ticket de compra para comprobar que solo ha gastado eso (en este caso, el marido tiene el control absoluto del dinero en su hogar, ya que impide a la mujer el acceso a él, por lo que estaríamos ante un caso de abuso financiero).
Es muy importante a la hora de trabajar con mujeres víctimas de la violencia de género tener en cuenta el perfil que las define, ya que aunque no se acote solo a este tipo de mujeres, puede ser muy interesante conocer las características más comunes:
-          Las victimas de ciudades mayores suelen tener más conciencia de su situación.
-          La incidencia suele ser más alta entre los 41 y 64.
-          El 69’8  % de víctimas son casadas.
-          El 73’7 %de victimas tiene hijos (42%, tiene dos hijos). Este dato me pareció de una gran relevancia, ya que es una cantidad importante la de victimas con hijos, algo que debemos tener muy en cuenta a la hora de intervenir, sobre todo por dos motivos: 1. Porque en muchos casos los hijos también pueden estar siendo víctimas directas de estos abusos o maltrato. 2. Porque el hecho de que sean víctimas, ya no directas, sino indirectas, puede causar numerosos problemas, entre ellos, que el menor reproduzca el rol del maltratador en un futuro.
-          El 43% de casos el marido ejerce de cabeza de familia.
-          La incidencia de maltrato es mayor con mujeres con bajo nivel o ningún estudio.
-          No hay diferencias notables en nivel de ingresos.
-          El 65% es en participación en mercado laboral, inactiva (no trabaja). Este aspecto también me parece muy importante, ya que el hecho de que la mujer no trabaje hace que pierda apoyos o redes sociales en este ámbito, lo que le disminuye su oportunidad de acudir a personas a las que pedir ayuda.

Muchas personas que son conocedores de situaciones de violencia de género no entienden el por qué de la situación que la mujer asume, ni por qué no deja al marido o la convivencia. Todo esto se explica a través de una serie de teorías:

-          Teoría del ciclo de violencia
Esta teoría entiende que la situación de violencia se da a través de tres fases:
1ª FASE: tensión controlada. Se producen cambios en el agresor (grita, se enfada muy a menudo…). La mujer en numerosas ocasiones lo identifica como un mal día del maltratador.
2ª FASE: pérdida de control. Los conflictos que se dan en la etapa anterior fase se acumulan y explotan. Aquí comienza la violencia, normalmente física.
3ª FASE: “luna de miel”. Se pide perdón, la situación se estabiliza en cierto modo.
 Me gustaría ahondar en esta última fase, ya que conociéndola podemos comprender mejor la situación que lleva a que la mujer siga la convivencia con la persona que le agrede. Se conoce esta tercera fase como “luna de miel”, ya que en ella el maltratador muestra su arrepentimiento por los actos violentos cometidos sobre la mujer, para ello se sirve de disculpas, elogios, regalos… hasta que finalmente consigue el perdón de la mujer, lo que hace que durante un tiempo la situación parezca que vuelve a la normalidad y se estabiliza, consiguiendo que la mujer confíe de nuevo en su marido y decida no actuar de ningún modo ante la situación de maltrato.
Debido a esta última fase, la mujer finalmente decide no intervenir, ya que piensa que el maltrato solo ha sido un acontecimiento puntual en su vida, y en el caso de haber sucedido antes puede pensar que será la última vez que suceda. Al no intervenir, la situación se normaliza por un tiempo, pero no finaliza, ya que en el maltratador se crea la confianza de ser el dueño de la situación, por lo que finalmente todo el ciclo se repite, desde la primera a la última fase, una y otra vez.

-          Teoría de la unión traumática o síndrome de Estocolmo
El maltratador fomenta la dependencia de la víctima, llegando incluso a hacerla totalmente sumisa y hasta el punto que llegue a sentirse identificada con su pensamiento. Con esta teoría nos podemos referir  al caso de numerosas mujeres que tras un tiempo sufriendo agresiones, terminan comprendiendo el por qué de su agresión, cuando en realidad no tiene un por qué. Para poner un ejemplo más claro: situemos ante un caso de violencia de género, en el que el marido pega a la mujer porque ésta no le preparó bien la sopa. La mujer, tras sufrir la agresión, en lugar de pensar que no es justo, o que su situación está muy mal, piensa que tenía razón el marido, que ella había hecho mal la sopa.

-          Teoría del Síndrome de Acomodación al abuso
Se define la violencia a través de la normalización, por haberla sufrido a lo largo de los años. Es un factor de riesgo para la reproducción de la misma haberla sufrido en la niñez. Con esto nos referimos a que es más frecuente que una mujer que en su niñez sufrió algún tipo de maltrato, en su adultez vuelva a sufrirlo. Existe numerosos casos en los que la mujer se acomoda de tal modo a esa situación, que aunque ya deje de sufrirla, en el caso de iniciar una nueva relación, o crecer y comenzar una relación, tiene tan asimilado su rol como víctima o como maltratada, que se deja y lo reproduce.

La violencia de género da lugar a que tanto la víctima, como los menores en el caso de verse envueltos en una situación de este tipo, sufran diferentes efectos sociales. Los efectos sociales que normalmente sufren las víctimas son:
-          Normalización del problema
-          Vergüenza social
-          Sumisión con respecto al agresor (se distancia de apoyos y servicios)
-          Sentimiento de culpabilidad (esto lo podemos relacionar con la normalización del problema, ya que la mujer  en este caso se siente causa del maltrato)
-          Pérdida de identidad personal
-          Descenso del nivel de participación social.
Pero, como hemos dicho antes, los menores también sufren efectos, ya que ser testigo de la violencia de género también comprende riesgo. Este riesgo suele variar si se trata de un niño o una niña:
-          Niñas: mayor vulnerabilidad a sufrirla e igualmente a desarrollarla
-          Niños: desarrollo de pautas violentas en el comportamiento
Decir que esto no es así en todos los casos, y que por ello se entiende que es una situación de riesgo, ya que no siempre se tiene por qué dar.

Para entrar en aspectos prácticos y no centrarnos solo en la teoría, me gustaría hacer referencia a la Fundación Ana Bella, de la cual nuestros compañeros nos han hablando en la exposición y la cual me parece que hace una labor extraordinaria en cuanto a violencia de género. Esta fundación tiene diferentes áreas de actuación: formación, empleo, sensibilización, prevención, denuncia, asistencia económica, social, psicológica, jurídica, alojamiento, inmigración…
Además, lleva a cabo diferentes programas de intervención:
-          Programa Amiga: atención psicológica, apoyo emocional, resolución de problemas.
-          Amiga Emplea: formación e inserción laboral
-          Testimonios positivos: cuentan su historia, pero no resaltando lo negativo, sino lo positivo, es decir, que pudieron terminar con su situación… todo ello con el fin de animar a otras en su situación a terminar con ésta.
-          Rama: red de apoyo a mujeres maltratadas. Mediante esta red sirven de ayuda a otras mujeres. Es muy innovador, ya que se otorga como recurso a mujeres que han sufrido el maltrato para ayudar a mujeres maltratadas.

Para finalizar, me gustaría dar mi opinión sobre el tema, en primer lugar destacar la gran labor que las compañeras han desempeñado, ya que se han esforzado mucho tanto a la hora de presentarnos el tema, como a la hora de recoger información para que todos lo comprendiésemos. En segundo lugar, decir que este tema me parece muy relevante, ya que es un tema en auge en la actualidad, y que debemos erradicar cuanto antes mejor.

1 comentario:

  1. Muy bien Jovanka, te quedas un pelín corta al final en tu opinión, pero no me importa porque se que va a haber más entradas sobre esto en tu blog, quizás en tu exposición

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